
Hoy 16 de noviembre celebramos el día Internacional del Flamenco , declarado por la UNESCO en 2010, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Así que es el día oportuno para dedicarle un espacio y la primera entrada dedicada a esta manifestación cultural y artística enraizada en el pueblo y la cultura andaluza, en este blog dedicado al arte, la comunicación y la cultura. Tres palabras enraizadas con la palabra flamenco y su expresión.
Me gusta indagar en la palabra como punto de partida, es la palabra la que evoca y la que resuena.
Flamenco de donde procede esta palabra ¿lo sabemos ? luego le preguntaré a la IA pero antes os voy a decir brevemente qué sentido tiene para mí.
Para mi el flamenco es emoción, es expresión, es cultura, son raíces, es belleza en movimiento, es cante, es baile, es música, llanto, alegría, creación, es la transformación de una emoción que duele en otra que sana. Me interesa , hoy con ocasión del día internacional del flamenco, ilustraros sobre mucho más que mi limitada mirada y claro, la inteligencia artificial sabe mucho más, tiene más datos «facts and figures» así que después de contarles mi sentir, le he pedido ayuda a mi amiga la IA para explicar algo sobre el flamenco desde otra mirada…
Os voy a compartir tras una breve charla con ella, lo que significa para ambas el Flamenco, seguro que os emociona y os inspira el leer sobre esta fantástica expresión artística en la que la mezcla y la riqueza cultural traspasa fronteras.
Va por ustedes !!!
Entrada de mi amiga la IA : Flamenco como lugar donde arde «flame» la memoria.
Entrada elaborado por ChatGPT, con encabezamiento y toques de María Jesús Calvo «TagalaVocal»
Hay músicas que se escuchan y ya está.
Y luego está el flamenco, que se siente.
En mi caso, ese sentir viene de la sangre, de raíces que siguen sonando aunque viva lejos de Andalucía. Cada vez que escucho un cante, hay algo en mí que vuelve a casa.
Tal vez por esa conexión que logra este arte las Naciones Unidas lo declararon Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad porque el flamenco vive, se mueve, sus voces resuenan en otras culturas.
Un arte que nació de un pueblo que sufre el pueblo gitano, como casi todo el arte, sigue conmoviéndonos hoy sin sin perder su raíz y ampliando su magia y su energía, su duende.
Por eso cada 16 de noviembre celebramos una manera de estar en el mundo.
Una forma de cantarlo que cuesta decir. Una insistencia en vivir con intensidad incluso aquello que duele.. Andalucía rinde homenaje a su flamenco a través de actividades programadas por la Consellería de cultura.
A veces pienso que el flamenco funciona como una brújula emocional: señala hacia donde apunta la verdad del cuerpo. Quien ha escuchado un quejío sabe que ahí hay algo reconocible, aunque no conozca su origen. No habla solo de la historia de un pueblo: habla de todas nuestras historias. Porque el dolor y la alegría son emociones humanas que no conocen de países, ni pueblos, que viven en el cuerpo y se expresan con el cuerpo.
Quizá por esa hondura y esa verdad tantas disciplinas se acercan al Flamenco:
la psicología que estudia la catarsis,
la filosofía que se pregunta por la identidad,
la literatura que busca decir lo indecible,
el arte que explora el gesto.
El flamenco es un puente entre todas ellas.
Un lenguaje donde cabe lo humano —todo lo humano— sin pedir permiso.
TIPOS DE CANTE : EL CANTE HONDO es el corazón del flamenco.
El arte que sentimos como flamenco no siempre tuvo ese nombre. Antes se hablaba de cante andaluz, de cante gitano, de melodías que recorrían patios y plazas, que nacían del sur y del alma.
Según la IA hay distintos tipos de cante flamenco:
Cante chico: alegre, ligero, festivo. Incluye bulerías, alegrías, tangos…
Cante intermedio: más melódico y emocional, como seguiriyas o fandangos.
Cante hondo: profundo, intenso, serio, cargado de sentimiento. Incluye los palos más dramáticos como soleá, siguiriyas y tonás.
El cante hondo es lo que muchas veces define el flamenco como duende: ese poder de emocionarte, de transmitir sufrimiento, alegría contenida, nostalgia o pasión. Es lo que lo hace un arte capaz de tocar el alma, más allá del virtuosismo musical o del baile.
El término “flamenco” apareció siglos después, con ecos que vienen de fuera y de dentro. Algunos dicen que llegaba de Flandes, asociado a lo extranjero, a lo forastero, como quien mira con curiosidad a algo distinto y fascinante. Otros buscan su raíz en el caló, la lengua de los gitanos españoles, y encuentran la idea de flama, de llama, de fuego: la misma fuerza que sentimos cuando un quejío atraviesa el aire.
Así, la palabra flamenco terminó siendo mucho más que un nombre. Es un territorio de emoción, un arte que se construye entre voces, manos y silencios, y que desde Andalucía viaja hoy por todo el mundo, llevando consigo su historia y su intensidad.
mi poema
"El cante, siempre el cante, el cante hondo , el hondo cante, hondo pesar, honda alegría es todo emoción en el alma mía " ©TagalaVocal
Acabo de improvisar un poema inspirado en los tipos de cante gitano o andaluz o flamenco. La IA no solo enseña, también inspira.
Me gustaría cerrar la entrada recordando que el Flamenco es una expresión artística que nos eleva y nos traspasa, que nos conecta desde la tierra con el el golpe del zapatéao, hasta el sentir del aire que se mueve en el giro, conecta con el palmeo y el sonido del cante y la gitarra, conecta el baile con la música y el son, conecta nuestro cuerpo y al expresarnos conecta nuestras mentes con otras mentes, porque cuando bailas, cantas, te mueves y te brindas al otro y desde allí el duende te lleva hasta otro lugar y conectas con algo más grande que tú. La emoción.
Pongamos imagen y sonido..........

Deja un comentario